Bernardo en "Chronicon
Mundi"
de Lucae Tudensis conocido como el Tudense.
Extraído de la "Hispania ilustrada" de Scotto
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Lucas de Tuy |
Traducción de Belén Herrero Bartolomé:
Este Bernardo, cuando llegó a la adolescencia fue de tal vigor que ningún soldado de ese momento podía igualarle en fuerzas. Era en efecto de estatura grande, bello de cara, dulce al hablar de ingenio rápido, valiente con las armas y lleno de decisión. Por ese mismo tiempo Carlo Magno rey de Francia y emperador romano, honrado por una venerable vejez, acabó en una funesta matanza con el pueblo de los ismelitas y restituyó al culto cristiano, una vez expulsados los sarracenos, Burgundia, Pictavia y la Galia hasta los montes Pirineos. Luego, una vez cruzados los montes del valle Roscida, puso bajo su imperio a godos e hispanos que estaban en Catalonia y en los montes de Vasconia y en Navarra. Entonces Carlo escribió al rey Alfonso para que fuera su súbdito y vasallo. Pero Bernardo al oírlo, movido por la ira, se fue a toda prisa a llevar ayuda a los sarracenos en contra de Carlo. Pero Carlo asedió Tudela a la que habría tomado en poco tiempo si no se hubiera dirijido a Nájera, dejada Tudela por la traición de un tal Galalon, de su propio palacio. Cuando éste tomo Nájera y el monte Jardino, emprendió el camino de vuelta a Francia. Marsil, rey de los bárbaros, estaba al frente de la ciudad zaragozana. Fueron llamados muchos miles de sarracenos y se asociaron con ellos el citado Bernardo y algunos navarros y comenzó la guerra contra los francos, a la cabeza Rolando Británico, Anselmo, Egiardo. Carlo estaba al frente de muchos otros nobles francos, ofendidos por nuestros pecados. Fueron asesinados. Pues ya había Carlo cruzado los Alpes del valle Roscida con la primera fila de los suyos- dejada en la parte posterior del ejército la tropa de los fuertes para custodia-, los cuales fueron asesinados cayendo Bernardo con los sarracenos sobre ellos (pospuesto el temor de Dios) Pero entretanto Carlo el piadosísimo una vez recuperado su ejército vengó este hecho con una victoria triunfal, dando muerte a una ingente cantidad de sarracenos. Además viniendo Carlo el piadosísimo de Alava por un camino apartado visitó el templo de san Jacobo para rezar. El rey Alfonso siguiendo su buen consejo destruyó la ciudad de Iria; y la iglesia del apóstol san Jacobo, que el mismo había hecho levantar con el asentimiento del reverendo padre León III pontífice de Roma, la llenó de gloria urbana y estableció que tanto los Jacobitanos como todo el clero de Hispania vivieran según el santo padre Isidoro de manera que esto fuera alivio para Hispania cuyo olvido fuera causa para este de expulsión. Mas Carolo volviendo Hispania llevó consigo a Bernardo en un gran honor, y al término de su vida durmió profundamente cerca de Aquisgrano: donde descansa con una gloria digna Bernardo alcanzó una gran gloria entre romanos, germanos y galos y bajo los emperadores Lodoico y Lotario luchó valientemente contra los enemigos del imperio romano. Tenía Alfonso tercero consigo a Bernardo, conocidísimo militar quien en estos combates se había mostrado tan fiero como un león. Alcanzada esta victoria en la orilla del río Duero, el rey Alfonso cubrió a la legión de una gran gloria. El citado Bernardo asoló el castro Carpio en territorio salmantino. Y porque el rey Alfonso tenía capturado a su padre Sancho en el castillo llamado Luna, que antaño había conquistado el rey Alfonso el casto, Bernardo comienza a hacer la guerra al rey. Viendo a éstos, los sarracenos se esfuerzan en devastar con el hierro y con el fuego la ciudad de León, Astorga y los alrededores. Pero el rey Alfonso prometiendo a Bernardo liberar a su padre, hizo la paz con él. Y unidas las tropas de los militares más fuertes se preparó a salir al encuentro de aquellos. Mas los sarracenos que nada temían por la multitud de armas se dividieron en dos grupos, una gran parte de ellos vino a Polvoraria. Pero el muy glorioso rey avanzando por el lado del bosque cayó sobre ellos en el mencionado lugar de Polvoraria junto al río Orbigo donde habían corrido 12000 bárbaros. La otra parte de sarracenos, persiguiéndolos Bernardo, llegó en su huída a Valdemoro. El rey Alfonso se apresura a la guerra, todos los sarracenos fueron matados allí mismo con las espadas de los cristianos. Después de esto el numeroso ejército de los ismelitas asedió Zamora. El rey al oírlo entró en la ciudad con unos pocos. Apresurándose Bernardo, con la ayuda de la divina providencia acabó con ellos hasta su muerte. Allí murió Aclaman, que parecía el profeta de ellos. Por ese tiempo Carolo tercero emperador romano con un gran ejército salía deprisa hacia Hispania para llevar la guerra tanto a cristianos como a sarracenos. Bernardo con un ejército de cristianos y con Muza aquel rey zaragozano avanzó en su contra para cercarlos en los montes Pirineos, mientras Carlos avanzaba sin orden. Después se dio a la fuga. Murieron en aquella matanza multitud tanto de romanos como de galos con las espadas de cristianos y sarracenos. Después Carlo hizo la amistad con el rey Alfonso, bajo cuyo consejo afirmó en su reino las reglas del beato Isidoro y de los santos Padres. Visitó Carlo para la oración las iglesias de san Jacobo; y del glorioso Papa Juan consiguió que ambas disfrutaran del privilegio de la ciudad, y volvió pacíficamente a Francia llevando consigo a los suyos quienes habían sido capturados en el citado combate, dándole el rey Alfonso este y otros muchos regalos. Terminado esto Bernardo se retiró a su patria con un botín muy grande. -Nótese que hubo tres Carlos emperadores romanos- Después de esto vinieron a atacar la ciudad leonense de Agarre con dos generales Inundar y Alcatenetel. Bernardo junto con ellos hirió a los bárbaros; murieron muchos miles y los otros huyeron, dejados los dos generales, quienes vencidos fueron entregados para su custodia. En ese tiempo, murió Bernardo, soldado valentísimo. Después de su muerte la reina, que se dice de los Galos, planea astutamente como podía echar del reino a su esposo el rey Alfonso y poner en su lugar a su hijo Garseanoro. |
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